UNIVERSIDAD
AUTONOMA DE SINALOA
FACULTAD DE MEDICINA
FISIOLOGIA
BASICA
TALLER
DE SENSIBILIDAD
EQUIPO
9: ALEXANDER FLEMING
NOMBRES
DEL ALUMNOS:
Cuevas López Arantza
Delgado Espinoza José Daniel
Espinoza Sánchez Karla Daniela
Sosa Miller Sandra Ruth
GRUPO: III-2
INSTRUCCIONES:
ELABORA LAS RESPUESTAS A LAS SIGUIENTES CUESTIONES:
I.-
PROPIEDADES DE LOS RECEPTORES
¯ Especificidad de respuesta: Se
dice que los receptores sensoriales presentan especificidad para su estímulo
adecuado, en donde un tipo determinado de receptor sensorial es capaz de
responder de modo preferente a una o a pocas formas de energía estimulante o a
un parámetro de variación de esa energía. Para ese estímulo el receptor
presenta un umbral de sensibilidad por debajo, en varios órdenes de magnitud,
del que tienen otras membranas no receptoras, o del que posee ese mismo
receptor para formas distintas de energía.
Es
importante distinguir entre esta especificidad
biofísica para una forma particular de energía estimulante,
que se da en grado variable en los distintos tipos de receptores, y la especificidad de la sensación, que evoca
la estimulación de un tipo determinado de receptor sensorial.
¯ Adaptación: una
característica que comparten todos los receptores sensitivos es su adaptación,
ya sea parcial o total a cualquier estímulo constante después de haber
transcurrido un tiempo. Es decir, cuando se aplica un estímulo sensitivo
continuo, el receptor responde al principio con una frecuencia de impulsos alta
y después baja cada vez más hasta que acaba disminuyendo la frecuencia de los
potenciales de acción para pasar a ser muy pocos o muchas veces desaparecer del
todo, en donde la capacidad o mecanismo de adaptación varía con cada tipo de
receptor.
Receptores de adaptación lenta o tónicos: detectan
la intensidad continua del estímulo, en donde siguen transmitiendo impulsos
hacia el cerebro mientras siga presente el estímulo (o al menos durante muchos
minutos u horas). Por tanto, mantienen al cerebro constantemente informado
sobre la situación del cuerpo y su relación con el medio. En ellos la descarga
de impulsos alcanza un máximo en el momento de aplicar el estímulo y luego se
mantiene a niveles ligeramente más bajos en tanto persiste éste. Debido a su
capacidad para seguir transmitiendo información durante muchas horas, o incluso
días se les llama receptores tónicos.
Receptores de adaptación rápida, fásicos, de velocidad o de
movimiento: detectan cambios en la intensidad del
estímulo. Disparan solamente uno o pocos impulsos en el momento de aplicar el
estímulo, y se silencian a continuación. Estos receptores que se adaptan con
rapidez no pueden utilizarse para transmitir una señal continúa debido a que
solo se activan cuando cambia la intensidad del estímulo. Un ejemplo de este
tipo de receptores sería: los de Meissner
o los corpúsculos de Paccini.
Las
diferencias de adaptación entre los diferentes tipos de receptores se deben en
parte a las propiedades intrínsecas de la membrana del sensor, pero también a
las estructuras que rodean a la terminación nerviosa, que actuarían en algunos
casos como filtros para la llegada eficaz de la energía estimulante al sensor.
¯ Doctrina de Müller de energías
nerviosas específicas: este principio fue enunciado por
primera vez por el fisiólogo alemán Johannes Müller entre 1835 y 1840, quien
afirmaba que “nuestras percepciones sensoriales están determinadas por los órganos
sensoriales que poseemos. Percibimos el mundo a través de la ventana de
nuestros sentidos”. Según este concepto, la excitación de un tipo dado de
receptor evoca la sensación correspondiente a una determinada modalidad
sensorial, incluso cuando el estímulo empleado no es el adecuado.
La
sensación producida con impulsos generados de un receptor depende en parte de
la región específica del cerebro que activen, en donde, las vías sensitivas
especificas son moderadas desde el órgano sensitivo a la corteza. Por ende,
cuando se estimulan las vías nerviosas de un órgano sensitivo en particular, la
sensación inducida es aquella en la que el receptor está especializado, sin
importar como o en que parte del trayecto se inicie la actividad.
¯ Efecto de la fuerza de estímulo. La fuerza del estímulo y su efecto está relacionado
con dos principales aspectos, uno de ellos es el número de receptores
estimulados, cabe decir que los estímulos más fuertes estimulan más receptores,
esto es algo conocido como “reclutamiento”, y la otras es la frecuencia de los
potenciales de acción (generados por la actividad en un receptor dado) que
alcanzan la corteza.
¯ Ley de Weber Fechner: La ley de Weber Fechner busca establecer una relación
cuantitativa entre la magnitud de un estímulo físico y cómo éste se percibe por
el sujeto. Esta postula que “la magnitud de la sensación percibida
es proporcional al logaritmo de la intensidad del estímulo”.
Weber,
observó que el incremento en la intensidad de nuestras sensaciones no depende
de un incremento constante en el estímulo, sino que depende también de la
intensidad de la sensación que el sujeto tenía antes de la modificación del
estímulo. Weber observó que, para cada modalidad sensorial, hay una constante.
D = Incremento
¯ Proyección “Ley de proyección”: Hace referencia a cuando una vía sensitiva es estimulada
en cualquier parte de su trayecto a la corteza, la sensación consciente es
referida al lugar donde está localizado el receptor.
¯ Inhibición: Algunos
receptores postsinápticos, cuando se activan, provocan la excitación de la
neurona postsináptica, y otros su inhibición. La importancia de poseer tanto el
tipo inhibidor de receptor como el excitador radica en que aporta una dimensión
añadida a la función nerviosa, dado que permite tanto limitar su acción como
excitarla.
Entre los distintos mecanismos moleculares y
de membrana empleados por los diversos receptores para provocar la inhibición
figuran los siguientes.
1. Apertura de los
canales del ion cloruro en la membrana neuronal postsináptica
2. Aumento de la
conductancia para los iones potasio fuera de la neurona.
3. Activación de las
enzimas receptoras que inhiben las funciones metabólicas celulares encargadas
de aumentar el número de receptores sinápticos
La
hiperpolarización producida en una sinapsis inhibidora se denomina potencial
postsinaptico inhibidor.
II.-
EXÁMEN NEUROLÓGICO
¯ Localización táctil: Se
pide al paciente que cierre sus ojos, y se toca la piel con un alfiler o una
torunda. Explorar ambos lados en cara, brazos y piernas. El paciente debe ser
capaz de indicar casi con exactitud (en un radio de 2 a 3 cm) la localización
del estímulo. Cuando hay disfunción del lóbulo parietal contralateral, el
paciente describe el toque mucho más proximal de lo que fue.
¯ Dos puntos de discriminación: Esta
prueba consiste en identificar cuál es la mínima distancia a la que el paciente
percibe dos puntos en vez de uno. Para evaluarla, es recomendable usar un
compás o dos alfileres sobre la piel (yema de los dedos de la mano, dorso y
palma de la mano, antebrazo, espalda, dedos de los pies). Mostrarle al paciente
qué es uno o dos puntos, durante la prueba estos se pueden alternar
irregularmente.
¯ Estereognosia: Es
también denominada estereognosis, es percepción en relación con el sentido del
tacto, en otras palabras, la capacidad de reconocer e identificar un objeto por
medio de la palpación, reconociendo sus características de forma, tamaño,
textura, etc.
En
pacientes con afectación neurológica, la necesidad de evaluar la estereognosia,
es básica y necesaria, porque muchas de las tareas que se plantean como ejercicios
de rehabilitación, implican la capacidad de entrada de información,
procesamiento de ésta a nivel cerebral y la consiguiente respuesta motora.
En
general, la prueba consiste en vendarle los ojos a la persona que se le aplica
el examen neurológico, con el fin de evitar que vea, posteriormente se pone a
su disposición algunos objetos de uso común, de los cuales se le pedirá que
indique el nombre objeto y que intente describirlo lo más que pueda de acuerdo
las características que logra identificar. Esta prueba hay que hacerla de forma
simétrica (probar con cada mano). Si la persona tarda mucho tiempo en responder
o falla en la descripción del objeto, se debe sospechar una alteración
sensitiva.
Es
importante decir que, la «gnosis» significa conocimiento. La gnosis táctil es
la función más alta y específica de la estereognosia, implica tener un concepto
sobre el objeto; conocer su nombre, origen, características y función.
¯ Grafestesia: Este
término hace referencia a la propiedad sensitiva que permite percibir y
reconocer escrituras, signos o figuras trazadas sobre una porción de la piel,
teniendo el individuo los ojos cerrados o vendados.
Esta
prueba es importante, pues, se puede realizar cuando el test de estereognosia
sea imposible de practicar (ya sea que el paciente tenga un déficit motor o una
parálisis). La prueba consiste en dibujar o bien, realizar un simple roce de la
piel con un objeto y simular el dibujo, sobre la pierna, espalda, brazo y/o
palma de la mano, una serie de números o letras cuya forma no sea similar entre
sí, por ejemplo, “F, A, C” o “1, 8, 2”; se puede empezar por tamaños pequeños e
ir incrementándolo. Es preciso decir que el paciente debe tener los ojos
vendados o cerrados.
¯ Sentido de la vibración:
Este examen neurológico se usa para explorar y evaluar la sensibilidad profunda
o propioceptiva. Consiste en lo siguiente:
Con la ayuda de un diapasón (dispositivo metálico con
un mango pequeño y dos puntas que, al golpearse, emiten vibraciones), de baja
densidad, preferentemente de 128 Hz, el examinador determinará si el paciente,
que tiene los ojos cerrados, siente el estímulo vibratorio y cuándo deja de
sentirlo. Para esto se debe hacer vibrar el diapasón y colocarlo sobre
prominencias óseas de las articulaciones más distales y ascendiendo
progresivamente hasta las más proximales a saber, siguiendo el orden de
exploración dependiendo donde se realice la prueba:
Prueba en la extremidad superior: articulación
interfalángica distal o metacarpofalángica de los dedos, muñeca (proceso estiloides
del radio o del cúbito), codo, clavícula y esternón.
Prueba en la extremidad inferior: articulación
interfalángica del dedo gordo del pie, tobillo (en el maléolo lateral y
medial), rodilla, cresta iliaca y procesos espinosos de las vértebras.
Si el examinador aún siente vibrar el diapasón, pero
el paciente refiere no sentirlo, indica una pérdida sensitiva. Debido a que con
la edad es normal que disminuya el sentido vibratorio, es importante buscar si
hay asimetrías de derecha a izquierda.
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